Polvo compacto vs polvo suelto translúcido: diferencias y cuál elegir

Si hay dos productos que generan muchas dudas en el maquillaje son el polvo compacto y el polvo suelto translúcido. A simple vista parecen similares, pero cumplen funciones distintas y pueden hacer una gran diferencia en tu look final. Hoy te contamos cómo usarlos y cuál elegir según tu necesidad.


¿Qué es el polvo compacto?

El polvo compacto es un clásico del maquillaje. Tiene una textura prensada y suele venir con esponjita o espejo, lo que lo hace muy práctico para llevar en la cartera.

Función principal: aportar cobertura ligera y matificar.

Lo ideal: para retocar el maquillaje durante el día.

Acabado: puede variar de mate a satinado, según la fórmula.

Extra tip: si no te gusta usar base todos los días, un buen polvo compacto puede ayudarte a unificar el tono y controlar el brillo.


¿Qué es el polvo suelto translúcido?

El polvo suelto translúcido es más liviano, de textura fina y generalmente no aporta color.

Función principal: sellar el maquillaje y prolongar su duración.

Lo ideal: para aplicar después de la base y el corrector.

Acabado: efecto mate, natural y difuminado.

Extra tip: es perfecto para la técnica de baking y para evitar pliegues en la zona de las ojeras.


¿Cuál elegir?

Si buscas practicidad y cobertura ligera, el polvo compacto es tu aliado.

Si querés un acabado más profesional y duradero, el polvo suelto translúcido es la mejor opción.

Y si podés, ¡tené ambos! Son complementarios: el suelto para fijar y el compacto para retocar en el día.


En resumen:
El polvo compacto es práctico y da cobertura, mientras que el polvo suelto translúcido fija el maquillaje y deja un acabado más natural. La elección depende de tu rutina, tu tipo de piel y el look que quieras lograr.

👉 En nuestra tienda podés encontrar ambos, ¡así que probá y descubrí cuál se adapta mejor a vos!

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